La ética en la inteligencia artificial La
inteligencia artificial es una realidad que ha empezado a relacionarse e
interactuar con nuestras vidas e incluso a gobernarla en algunos
aspectos. Convivimos y conviviremos con sistemas que son gobernados
mediante inteligencia artificial, sistemas que tomarán decisiones
autónomas, decisiones que tendrán su impacto en nuestra vida diaria y en
nuestra convivencia con los demás.
La robótica y la inteligencia artificial afectarán en profundidad a nuestras relaciones económicas, sociales o políticas. Todos los sectores y grupos sociales se verán afectados.
Y en el mundo actual se reclaman comportamientos éticos y morales en
todos los ámbitos, especialmente durante la toma de decisiones, buscando
impulsar una decisión ética permanente sobre los desafíos existentes en
la sociedad.
Ante esta realidad, se nos plantean varias preguntas reflexivas como, por ejemplo:
¿Quién nos asegura que estos sistemas tomarán decisiones “humanas”?
¿Se plantearán estos sistemas los aspectos éticos en la toma de sus decisiones?
¿Se
limitarán a evaluar simplemente entradas de datos y tomarán la decisión
objetivamente más positiva desde un punto de vista de un simple cálculo
matemático o una ponderación coste-eficacia?
¿Pondríamos
nuestras vidas o las vidas de nuestros hijos en manos de sistemas cuyo
único razonamiento para la toma de decisiones sean entrenamientos
sesgados y/u operaciones matemáticas?
¿Qué principios deberán regir a los robots?
¿Cómo afecta de manera distinta a diversos grupos sociales y en distintas regiones del mundo?
¿Cómo será la Inteligencia Artificial en un futuro próximo?
El comportamiento del cerebro Por
mucho que el cerebro humano parece un prodigio de la naturaleza capaz
de hacer cosas bastante impresionantes, lo cierto es que el conjunto de
datos con los que trabaja siempre está lleno de lagunas. De hecho, ni
siquiera es capaz de procesar debidamente toda la información que le va
llegando en tiempo real a través de los sentidos.
Lo que hace el cerebro humano es obedecer al principio de supervivencia:
lo que importa no es conocerlo todo, sino conocer lo justo para
sobrevivir. La atención es el mecanismo por el que se seleccionan
ciertas partes de la información disponible y se ignoran otras. De este
modo, el sistema nervioso es capaz de localizar elementos de información
que resultan relevantes para focalizar la atención en ellos y no en
otros, todo ello dependiendo de cuál sea nuestro objetivo. Los tipos de
estímulos que el cerebro interpreta incluyen sonidos, luz, olores y
dolor.
ETHYKA de igual manera es capaz de recepcionar toda la información que
le llega a través de cámaras, audios, sensores, información recibida a
través de apps, frameworks, etc., mediante un formato de entrada que recogerá distintas partes de información.
El primer paso del cerebro es generar la emoción en la capa central del
cerebro, evaluar el significado biológico de la información recibida,
que puede ser positivo o negativo. La amígdala cerebral une la emoción y
la motivación. El lóbulo frontal es capaz de frenar los impulsos
automáticos y decidir acorde con los valores y normas que tiene
guardados.
Análisis de cada dilema En
la segunda fase, ETHYKA utiliza un catálogo de dilemas con factores
predeterminados en función del tema tratado para determinar la
existencia o no del dilema.Y advierte de la existencia o no del dilema y
de las acciones a tomar en función del escenario en el que se esté
utilizando.
ETHYKA cuenta con un gran almacenamiento de memoria, por lo que es más
eficaz y rápida en momentos determinados. La respuesta cognitivo
emocional se obtiene cotejando la información del contexto con las
expectativas de recompensa en función a los valores y las normas que
cada uno es libre de respetar.
El análisis que valora las convicciones es más lento, porque exige
calcular las ventajas y los inconvenientes; dado que el cerebro ético,
frente a un dilema, funciona como un atajo emocional que supone la
intuición del bien y del mal como guía natural pero sin determinar la
conducta.
Los valores no se encuentran determinados biológicamente y son
diferentes en cada cultura. La capacidad de frenar las emociones es la
que permite analizar y decidir; y esa función la ejerce el lóbulo
frontal, la parte del cerebro más evolucionada.
Estas neuronas frenan la información que llega desde la amígdala, procesan las expectativas y pueden proyectar el futuro.
ETHYKA incluye varias éticas ETHYKA analiza el dilema reconocido en distintas Fases:
Primera Fase:
Determinando qué tipo de ética se va a utilizar, puede ser que sea una o
varias, dependiendo del escenario. Entre ellas: la ética aprobativa, la
autónoma y heterónoma, la evolutiva, la teológica, la social, la cívica
y la profesional.
Segunda Fase: Qué principios debe de cumplir, dependiendo del escenario y del tipo de ética asignado.
Tercera Fase: En su utilidad más compleja, utiliza machine learning/Deep learning
para generar predicciones, que ayudarán a contrastar la toma de
decisiones éticas de los dilemas planteados en base a la información
almacenada.
En su utilidad más fácil, simplemente bloqueará resultados impropios,
como por ejemplo en su aplicación en asistentes virtuales o en chatbots.
La toma de decisiones de ETHYKA Los criterios de decisión se estructuran en tres modelos:
Baja certidumbre:
Se tiene conocimiento total sobre el problema, las alternativas de
solución que se planteen van a causar siempre resultados conocidos e
invariables. Al tomar la decisión solo se debe pensar en la alternativa
que genere mayor beneficio.
Bajo riesgo:
La información con la que se cuenta para solucionar el problema es
incompleta, es decir, se conoce el problema, se conocen las posibles
soluciones, pero no se conocen con certeza los resultados que pueden
arrojar.
Baja incertidumbre:
Se posee información deficiente para tomar la decisión, no se tienen
ningún control sobre la situación, no se conoce cómo puede variar o la
interacción de las variables del problema.
Las soluciones de ETHYKA son válidas en todas estas circunstancias con
soluciones para cada sector, en una cultura o país determinado y bajo
unas reglas de comportamiento diferentes y específicas de cada sociedad.
Equipo español que ha desarrollado ETHYKA
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