http://www.expansion.com/2010/10/13/empresas/interiores/1286920930.html
Con su nombramiento, el grupo premió la movilidad para desnacionalizar una compañía en la que los intereses estatales (sobre todo de Francia y Alemania, pero también de España), predominan frente al criterio empresarial.
Aun así, han tenido que pasar veinte meses desde la llegada de Ureña a Airbus Military para que sea evidente que el nuevo estilo ha triunfado. Al aterrizar, debió encarar con urgencia numerosos frentes abiertos.
Para entender esto hay que recordar los antecedentes del cargo. Los nombres que le precedieron (Alberto Fernández, Francisco Fernández Sáinz y Carlos Suárez) mantuvieron pulsos muy tensos con la cúpula del grupo que, a la postre, provocaron la destitución de todos ellos
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